y en tu nada recoge estas mis quejas,
Tú que a los pobres hombres nunca dejas
sin consuelo de engaño. No resistes
a nuestro ruego y nuestro anhelo vistes.
Cuando Tú de mi mente más te alejas,
más recuerdo las plácidas consejas
con que mi ama endulzóme noches tristes.
que no eres sino Idea; es muy angosta
la realidad por mucho que se expande
para abarcarte. Sufro yo a tu costa,
Dios no existente, pues si Tú existieras
existiría yo también de veras.
Hola Emilio:
ResponderEliminarconocía el poema y no está mal, ¿verdad? Acompaña tus textos de algún comentario, como una especie de introducción o algo por el estilo.
Espero que coloques más textos interesantes y bellos.
Un saludo,
Antonio
me encanta este texto porque en el unamuno refleja la verdad del cristianismo, porque tiene razón cuando dice "sufro yo a tu costa", porque como es una creación de nuestra mente los de verdad estan tristes so ellos no dios, dios no sufre, segun ellos juzga a las personas antes de entrar en el cielo, pero ¿ quien es dios para decidir que es lo justo o lo injusto, si no existe?
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